En mi ingenuidad soñé que el sentimiento era igual y me hizo pensar que yo era lo esperado.
Yo si!!! te espero en compañía de mi soledad, es ella quien m asegura que decidirás acompañarme.
En mi ingenuidad sentí la correspondencia de mi amor desenfrenado,
En mi ingenuidad sentí la correspondencia de mi amor desenfrenado,
mi vida es una ofrenda para tenerte de recompensa.
Es mi ingenuidad, quien te dibuja cada día para mí,
poniendo en mis ojos la venda que se pinta con tu imagen de amor para mí..
Hoy decido q te amo pero que destierro de mi ser la ingenuidad que acompaña ese amor,
destierro la ingenuidad con la que te pinto..
No necesito tener un cuento d hadas, ni un bosque encantado.
Mi sed de tenerte aumenta y mi ingenuidad muere,
Mi sed de tenerte aumenta y mi ingenuidad muere,
y solo queda el rezago de los minutos que me brindas si no han sido gastados aun con tu mundo.
No me arrebates esos minutos, si eso es lo que me corresponde en esta eternidad que consume....
Sentimentalmente brillante, aunque roído por el lamento de aquella voz que le canta a quién todavía no está.
ResponderEliminarEs una pena que el destinatario de la palabra y el pensamiento no acceda a ellos como debiera, pero es así, a veces el amor es una pena, una gran pena.
Bien! Sandra.
Intenso, profundo....sentimiento sediento de ser compensado en la ingenuidad del abandono, a punto de entregarse eternamente con tan sólo minutos de realidad. Definitivamente es la tristeza la que alimenta estas palabras que plasmamos. Sigue haciéndolo...
ResponderEliminarSus comentarios es la mejor motivación... gracias Amigos!Un abrazo inmenso...
ResponderEliminarCuando al fin muera la ingenuidad esos minutos serán el último recuerdo que quedé en pie de aquel amor no correspondido.
ResponderEliminarExcelente!!!! Gracias por compartir